Sobre el sexto y último planeta a disputar en la campaña Fate of Konor en una guerra por la destrucción del planeta.
«Hace mucho tiempo, Loebos era un mundo exodita Aeldari. Pero una invasión imperial erradicó a la población, provocando en el espíritu del mundo una locura furibunda.
Con la guerra en el sistema Konor próxima a su punto álgido, llegan informes aciagos desde las zonas remotas de la región. El mundo letal de Loebos surca el espacio como una colosal bola de demolición, dejando una estela de asteroides cargados de esporas y gases tóxicos. Es el todo por el todo de Mortarion para conquistar Konor: convertir un planeta en un arma accionada por motores del tamaño de continentes y por los viles poderes del warp. Si nada detiene a Loebos, el conflicto en todo el sistema dejará de tener importancia. El mundo letal atravesará el sistema como un cometa de plaga, contagiando un mundo tras otro con los infectos dones de Nurgle, dejando únicamente corrupción y muerte a su paso.
Los escáneres de largo alcance sobre el planeta proyectil han localizado su planta motriz. Un sistema de inmensos motores warp cubre todo el continente meridional de Loebos. Se trata de los mismos motores que propulsaron diversos pecios espaciales de la Death Guard, las grotescas naves que servían a los elegidos de Nurgle para lanzar sus incursiones contra el espacio imperial. Los gigantescos dispositivos han sido transferidos a la superficie del mundo por medio de algún tipo de espantosa brujería warp, han arrancado a Loebos de su órbita y ahora lo empujan a toda velocidad hacia el centro de Ultramar.
El Alto Mando Imperial no tiene más remedio que ordenar un asalto total sobre el planeta con la esperanza de sabotear los motores warp o destruir el planeta con una carga ciclónica bien colocada. No será tarea fácil. La Death Guard ha erigido grandes fortalezas en las zonas de desembarco viables de Loebos y las holoimágenes revelan que un número mucho mayor de fuerzas del Chaos del que se esperaba ha tomado posiciones en toda la franja ecuatorial.
Tal guarnición ya sería un adversario lo bastante espantoso, pero quizá la peor amenaza para quien ponga pie en Loebos sea el propio planeta. Hace mucho tiempo, el Imperium intentó colonizarlo, aunque resultó ser un mundo Aeldari habitado por tribus exoditas. Tuvo lugar una brutal contienda. La población fue masacrada por regimientos de tanques e intensas campañas de bombardeo. El exterminio hizo que el torturado espíritu de Loebos enloqueciera y atacase con saña a los invasores con todas las armas a su disposición. La flora y la fauna hicieron presa en las fuerzas imperiales. Los regimientos de infantería eran desmembrados por lianas cortantes, los tanques eran arrastrados a pantanos ácidos. Sólo una pequeña parte de la fuerza invasora escapó con vida de Loebos.
La corrupción de Nurgle no ha hecho sino agravar la demencia vengativa de este mundo. Fosos de fluidos cadavéricos cargados de todo patógeno imaginable mantienen a los defensores del Chaos a salvo dentro de sus fortificaciones, pero las tropas que se aventuren en la espesura no serán tan afortunadas. Todos los efectivos disponibles deben acudir a Loebos de inmediato, pues el tiempo se agota. La batalla en ciernes será la mayor que haya sacudido al Sistema Konor, una pesadilla de proporciones apocalípticas. Miles de vehículos y millones de guerreros se meterán en la boca del lobo, y hasta el mismísimo entorno intentará acabar con los combatientes de ambos bandos. Mas el Imperium debe destruir Loebos por cualquier medio y cueste lo que cueste, si no quiere que la guerra en Konor se salde con la devastación de todo el sistema.»
Fuente
Miniwars
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