«Astaramis resiste. Las fuerzas del Chaos han llevado el terror y la muerte a este reluciente mundo colmena, pero el Águila Imperial sigue ondeando en sus torres más altas.
Las fuerzas del Chaos cayeron sobre Astaramis como lobos esclavizadores, llevando la ruina y el terror a este orgulloso monumento de la gloria de Ultramar. Sin embargo, cuando el humo desapareció y el eco de los disparos cesó, el mundo colmena permanecía en pie, golpeado pero intacto. A pesar de sufrir horribles bajas durante las primeras etapas del ataque del Chaos, los ejércitos del Imperium resistieron con una determinación robusta, respondiendo a cada nuevo asalto con fuego de bólter y pasando a cuchillos, armas improvisadas y puños cuando la matanza llegó al combate cuerpo a cuerpo.
Por mucho que lo intentaran, los invasores del Chaos no podían quebrar el ánimo de los defensores, ni expulsarlos de sus fortificaciones. Su rabia y frustración sólo se exacerbó debido a una serie de ataques relámpago de los Aeldari de los craftworlds, que surgieron del laberinto escondido de la Telaraña para atacar la retaguardia de las formaciones del Chaos. No existía una alianza formal entre el Imperium y estos asaltantes mortales, pero los Aeldari siempre han seguido sus propios caprichos misteriosos. Andanadas de fuego de shuriken y lanzas punzantes de energía abrasadora rompieron las filas de los invasores, y para cuando se reagruparon y reformaron, los xenos desaparecieron por donde habían llegado, dejando tras de sí los cadáveres humeantes de sus víctimas.
Este asalto de flanqueo interrumpió el avance del Chaos, ganando un tiempo precioso para que los refuerzos de Primaris Space Marines llegaran a Astaramis. Incapaces de forzar un avance decisivo en el vital puerto estelar de Praxima, las enormes legiones herejes sólo podían mirar con odio furioso mientras los nuevos regimientos de combatientes de aspecto sombrío y las columnas de blindados pesados descendía sobre el planeta, dirigiéndose a apuntalar las brechas de la línea imperial allí donde surgieran. La fuerza de invasión del Chaos fue empujada de nuevo a la periferia de las ciudades colmena, y la bandera de Ultramar se izó con orgullo en la torre más alta de Desembarco del Salvador; un símbolo de desafío y fuerza imperial que enardeció el corazón de todo guerrero leal.
A raíz de esta victoria crucial, el Alto Mando Imperial aumentó inmediatamente la producción de munición en Astaramis, y promulgó un decreto que obligaba a todos los humanos en edad de combatir a tomar las armas en defensa de Ultramar. Tal vasto recurso de mano de obra será vital en las batallas venideras, porque la guerra en el sistema de Konor dista mucho de haber terminado…»Fuente
Miniwars
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