Hay dos reglas de oro a la hora de llevar un blog de entretenimiento, juegos de mesa, rol, -y cómo no Warhammer-, etc. y es que no se habla de fútbol ni de política. No voy a romper esta norma, pero sí que quiero dar un toque de atención a ciertas conductas y actitudes que personalmente trato de evitar porque son poco constructivas a la hora de mantener una comunidad y que permita a todos disfrutar de la misma. Máxime en una comunidad de juegos de estrategia donde son necesarios varias personas.
La colección de la Editorial Salvat Warhammer Conquest supuso una muy buena noticia para el interés general de los jugadores y fans del hobby porque sencillamente el precio de sus primeros números son muy atractivos.
Y aquí entro en el motivo de mi crítica, y es que hasta qué punto piensan algunos que es buena idea arrebatar a otros jugadores el poder añadir algunas minis más a su colección o empezar en el hobby para poder montarse medio ejército de miniaturas repetidas.
El por qué de este artículo ha ocurrido por lo siguiente:
Se ve que un individuo se ha paseado esta mañana por los dos kioskos del barrio y ha esquilmado los seis y tres ejemplares respectivamente del primer número de Warhammer Conquest.
Me parece que es una actitud cuanto menos cuestionable. No es agradable sermonear ni dar lecciones de ética. Pero creo que es oportuno pensar un momento si vale la pena comprarse un montón de minis dejándose llevar por el oportunismo.
Si una persona tiene intención de tener un ejército guapo y a buen precio lo mejor es apuntarse a la colección. Hay minis de sobras, son distintas y además de dos facciones. Y encima te dan obsequios. Y no se deja a otros aficionados sin la posibilidad de añadir algunas minis, pinturas y un pincel para disfrutar del hobby.
Muchas gracias y a disfrutar del hobby.
Alex García
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