«Hace muchos años, en una tierra lejana y misteriosa, Groshi, un pequeño y verde Orruk deambulaba huérfano por el reino de Ghyran. La suerte lo llevo hasta los límites de los cultivos de un asentamiento de los Pueblos Libres, donde, escondido, espiaba cómo los campesinos pasaban horas sembrando sus cultivos. Uno de ellos, un humano, cuando terminaba de trabajar se sentaba al lado de su choza donde cuidaba con esmero un arbolito de verdes hojas. Le podaba las ramitas y lo regaba con agua fresca de un arroyo cercano.
Un día el arbolito floreció, mostrando unas bellas flores de color rosado. Eso gustó mucho al humano y a sus vecinos, que fueron a ver ese diminuto árbol.
Al principio a Groshi le gustó una idea, pensó que si el humano lo regaba como lo hacía con el arbolito le saldrían también bellas flores de la cabeza, pero luego decidió que quería crecer y una necesidad urgente de romper cosas le pareció mucho más sensata.
Groshi creció y empezó a sentirse fuerte y osado, y poco a poco reunió un peña de su edad que lo seguían a todas partes porque sabían que siempre acababan rompiendo algo, robando gallinas a los granjeros o peleándose con otras bandas. A veces le pasaba por su garrapato-cerebro recuerdos del bello arbolito, pero estaba seguro que era mucho mejor crecer y destrozar cosas.
Con el tiempo, ese pequeño asentamiento fue arrasado por Orruks Ironjawz. Solo quedó un arbolito, sobre el cual Groshi esparció esporas de su calva para que en su momento floreciesen Orruks, tal como lo hizo en su momento aquel pequeño árbol.»
Cuento para esporas-bebé de Orruk, adaptado de El podador de Bonsáis.
Y élfico, en este caso.
Fuente
Miniwars
No hay comentarios:
Publicar un comentario