Si Chiquito de la Calzada -en paz descanse- fuese el Emperador tal entidad psíquica convertiría fundiría por completo las mentes de los jugadores. Los torneos de Warhammer 40,000 pasarían de ser una juego de miniaturas a una batalla dialéctica entre dos fistros por la gloria de su Padre. Más o menos como un duelo de raperos pero con las diferencias obvias.
Partida de Orkos contra Tau:
-Jugador A: Quiettttoooorrrr! Que mi madre me dio una Extrata-Geema!
-Jugador B: No puedor. No puedor. Camina de izquierda a derecha al otro lado de la mesa.
-Jugador A: Ruidos de excitación y éxtasis.
-Jugador B: Agua! Agua!
Y así en otras veinte mesas más.
Y hablando de Orkos, que vengan los Mekánikoz y los Manitaz a ver esto porque se les van a caer las lágrimas de pura alegría:
Este 8 cilindros en V seguro que suena a Victoria. Recordad que en la galaxia de 40,000 no hay ITV's ni controles de emisiones de humos ni carné por puntos. Pisa el acelerador.
Y si fuese ese juego postapocalíptico de coches armados en plan Mad Max (Dark Future) redefinido como una expansión para jugar en los desiertos de ceniza que rodean Necromunda. ¿Cómo nos quedaríamos? :O
Fuente
Miniwars
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