“¡Oíd, oíd! Sabed de la despiadada Ulfenwatch, la milicia esquelética que mantiene las calles libres de desafíos. ¿Quién puede librarnos de esta amenaza de muertos vivientes? Soy el pregonero de la Ciudad Maldita, y os daré toda la información que necesitéis para ayudar a librar a este lugar de su flagelo de no-muertos ".
Bienvenido al primero de una nueva serie de artículos semanales en los que echaremos un vistazo a los héroes y villanos de Ulfenkarn y la preparación del lanzamiento de Warhammer Quest: Cursed City. Comenzamos con una mirada al Capitán Halgrim y su Ulfenwatch y, muchacho, te digo que son un hueso duro roer.
Con la esperanza de recibir el "regalo" de la maldición Soulblight, Oleksander Halgrim se unió a la traición y purga de la nobleza de Ulfenkarn. Esto no fue bien visto por sus compañeros oficiales, quienes lo ataron de pies y manos y lo arrojaron a un pozo de alcantarillado para que se lo comieran las Ratas-Cadáver. Su esqueleto fue alzado como oficial Deathrattle para liderar la Guardia de Ulfen, aunque ahora es poco más que un cascarón en descomposición.
El esqueleto del Capitán Oleksander Halgrim alzado como oficial Deathrattle.
Para controlar una ciudad del tamaño de Ulfenkarn, se requiere un pequeño ejército. Sin tiempo para colocar anuncios en el periódico local, Gorslav the Gravekeeper vació los jardines de cadáveres y los túneles de las criptas. De repente, un ejército de soldados descarnados empezó a impartiendo una fría y escalofriante justicia en las calles desde su bastión, la Vharngate.
Si bien un guerrero esqueleto individual no debería causar muchos problemas a un grupo de aventureros, su portaestandarte los inspirará para luchar con un vigor anti natural, así que es mejor asegurarse eliminarlo primero.
Veremos más minis de Warhammer Quest: Cursed City la próxima semana.
Presentación de Warhammer Quest: Cursed City
Miniwars
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