Hay símbolos atávicos que no desaparecen. El Advent Engine nos muestra una célebre cabeza de carnero como trofeo de algún seguidor del Caos:
A lo largo del tiempo esta cabeza se ha identificado con los demonios, los hijos no nacidos, o especialmente con el rey de todos ellos, destronado por un dios omnipotente e único, quedando como nemésis y architraidor de este último. Si este símbolo perdura en el siglo 41 es que alguna conexión con la naturaleza metafísica y espiritual debe de tener, sabiendo que la disformidad irrumpe en la realidad cada vez de forma más osada.
Miniwars
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