Los Hijos del Emperador son famosos por su búsqueda de la perfección, especialmente en las artes de la guerra, pero hay uno de ellos que sobresale por encima del resto. Ese hombre es Lucius, conocido en el 31º milenio como la espada impecable, o Lucius el magnífico, y hoy se presenta para grabar su firma nítida en los campos de batalla de la Herejía de Horus.
Este ambicioso capitán comenzó a ganarse un nombre en los últimos años de la Gran Cruzada, ganando reputación por su excelencia en el combate personal y por su actitud arrogante y egoísta, incluso entre sus compañeros de la Legión. Cuando su deseo de perfección llegó al punto de la obsesión, Lucius luchó únicamente por su propia satisfacción, e incluso llegó a aceptar la Herejía de Horus como una oportunidad para ponerse a prueba contra la flor y nata de otras Legiones.
Apropiadamente, Lucius encuentra su verdadera vocación cuando desafía a Personajes enemigos en medio de la batalla, donde su ventaja de duelista supera a todos menos al más grande de los campeones. Tras los desgarradores y traicioneros acontecimientos de Isstvan III [un sentido homenaje al Capitán Saul Tarvitz] e Isstvan V, Fulgrim le regaló la Espada de los Laer, y la empuña casi con tanta eficacia como el mismísimo Primarca.
Esta mini resplandece en detalles acorde con la III Legión, hasta su armadura de artificiero ornamentada y sus correas de cuero con tachuelas. Incluso el borde dorado de su capa está modelado en la miniatura.
En la agenda personal de quien escribe ya hay un combate cara a cara contra Marduk Sedras.
Miniwars
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